Algunos dicen que el tango es cosa de hombres. Ahora podríamos creer que no conocían a todas las mujeres, estaban distraídos, o no sabían nada de Norma Depaola.
Dinámica, dueña de una mirada que transmite vitalidad y una sonrisa amplia, esta anfitriona, nos da la bienvenida con un candor que invita a animarse a probar unos tanguitos…
Quise saber más de ella, tubo la gentileza de acceder a mi curiosidad, y ahora, me gustaría compartir con vosotros, parte de su historia…
- Como nace tu vínculo con el tango?
- mi historia con el tango nace conmigo, en un Bs. As. Tanguero hasta la médula, y con la influencia de mi padre, pero te diré que comencé a bailarlo en 1985, como complemento de la actuación, soy actriz. antes era de los "rollings", y mi energía estaba dirigída a la lucha social. La cosa me atrapó, y entre en el típico apasionamiento, desarrollando también la parte del hombre.
-Que recepción encontraste en Barcelona?
-En 1992 llego a la ciudad Condal por segunda vez; ( había estado aquí antes del ´80 al ´85 ) comienzo a dar clases por diferentes centros y salas, hace unos 5 años estoy aquí En el Centro Cultural E. LL. MILLET…
-De que procedencia son tus alumnos ? haz tenido alguna sorpresa en ese sentido?
-Aunque parezca mentira, son pocos los argentinos que vienen, En su Mayoría son catalanes. Sabemos que por ser una danza tan pasional, y sensual, gusta mucho, y se practica en casi todo el mundo, pero nunca pensé que le enseñaría tango a un guineano
Como me sucedió en una ocasión. Fue una linda experiencia.
Asi fuimos pasando temas, lugares, los temas inevitables del "alla" ,el recuerdo de cuando la milonga supo estar presente en momentos difíciles, y los tangueros barceloníes colaboraron enviando ropa y medicamentos, a Argentina. luego las actividades propias de la milonga, atender a la gente, una marea de saludos de conocidos y afectos que se acercan , nos despedimos agradeciendo su colaboración con
"medio 8 tango club" , para cumplir con su deseo, de que la gente le pierda el miedo al tango y se acerque a el…
En la pista, aún habia tiempo para un tango más…el "miedo" no me había abandonado, pero no le dí el gusto…
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